People First: Plan de Estado de Cuba para enfrentar el cambio climático


Foto por Yerson Olivares

En 2017, el gobierno cubano aprobó la Plan Estatal de Enfrentamiento al Cambio Climáticoconocido en Cuba como Tarea Vida (Tarea de Vida). Con una proyección hasta el año 2100, Tarea Vida es el único plan estatal verdaderamente a largo plazo del mundo para abordar el cambio climático. A pesar de ser responsable del 0,08% del CO global2 emisiones, al igual que otros Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), Cuba ya se ve desproporcionadamente afectada por los efectos del cambio climático. Tarea Vida se basa en décadas de regulación de protección ambiental, la promoción del desarrollo sostenible y las investigaciones científicas sobre el cambio climático desde la década de 1990.

En mayo de 2023 entrevisté al profesor Jorge Alfredo Carballo Concepción, economista político de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de la Universidad de La Habana, sobre Tarea Vida. Carballo Concepción participa activamente en la configuración del proceso de consulta popular y participación comunitaria y educación, aspectos clave de Tarea Vida. Su trabajo evalúa los impactos socioeconómicos del cambio climático.

Helen Yaffe: En 1976, Cuba se convirtió en uno de los primeros países del mundo en incluir los temas ambientales en su constitución y en promulgar leyes ambientales. Desde 2006, Cuba ha sido identificada en varios informes internacionales como líder mundial en el logro del desarrollo sostenible. ¿En qué medida el carácter socialista del Estado ha facilitado estos logros y compromisos?

Jorge Alfredo Carballo Concepción: Hay una relación directa, ya que se trata de integrar y conectar los pilares de la sustentabilidad: económico, social y ambiental. La experiencia cubana de construir el socialismo desde el subdesarrollo, con nuestra historia, naturaleza y cultura específicas, está centrada en elevar la calidad de vida de los pueblos, con especial atención a los temas de ética, solidaridad, elevación del nivel educativo. El Estado cubano promueve el consumo racional y lo reconoce como fuente de recursos para Cuba. Otro elemento es la regulación social planificada de la economía, que permite interiorizar conscientemente el tema climático como de suma importancia. Y esto está conectado con los sectores económico y social, con el sistema de salud, la educación, el deporte, etc. Es decir que, sin pensar que sea perfecta, la forma en que Cuba entiende la relación entre naturaleza, recursos, personas, ecosistemas, es resultado directo de la existencia del estado socialista.

Podemos mencionar los innumerables centros de investigación en Cuba, que son producto del esfuerzo del estado revolucionario por desarrollarse en este campo. Si lo miramos en términos de instrumentos jurídicos, podría decirles que las dos leyes redactadas en Cuba en 2022, la Ley de Recursos Naturales y Medio Ambiente y la Ley de Patrimonio Natural y Cultural, representan una sistematización de toda la ciencia que se produce en Cuba, especialmente desde la década de 1970. Son dos instrumentos integrales, participativos, incluyentes y de gran rigor científico, que en definitiva son un reflejo del interés del Estado socialista en el tema.

HY: En 2017 el Estado cubano aprobó Tarea Vida. ¿Puedes explicar cómo Tarea Vida evolucionado a partir de acciones anteriores para proteger el medio ambiente natural y estudios sobre el cambio climático realizados desde la década de 1990 en Cuba?

JAC: Tarea Vida es producto de la ciencia cubana y del trabajo de miles de personas durante décadas. El aumento sostenido de la actividad ciclónica en nuestra área geográfica, junto con la constatación científica del ascenso del nivel del mar, más allá de lo esperado, el aumento de la salinidad del suelo, la escasez de agua en zonas del país, entre otros, llevaron al gobierno cubano a convertir gran parte del conocimiento científico acumulado que se había producido sobre cuestiones ambientales en instrumentos de política. Eso es Tarea Vida: ciencia transformada en práctica social. Sin embargo, Tarea Vida no es un ente abstracto, tiene vida, hay que actualizarlo constantemente, hay que corregir aspectos y, lo más importante, eso solo se puede hacer colocando los temas ambientales y los instrumentos jurídicos existentes en la agenda pública de Cuba, en el debate académico, y en coordinación con las ciencias sociales. Creo que es un buen instrumento para compartir con el mundo, desde una perspectiva proactiva y colaborativa, porque también tenemos mucho que aprender de las experiencias de otros países.

HY: En Cuba, expertos de diferentes áreas trabajan junto con las autoridades locales y las comunidades en la implementación Tarea Vida. ¿Puede decir algo sobre el importante papel de los científicos sociales en la política de cambio climático?

JAC: Los científicos sociales tienen un papel esencial y, al mismo tiempo, un desafío formidable. En primer lugar, deben generar sinergias y un ambiente de trabajo positivo con compañeros de ciencias naturales para que funcionemos en equipo, como una gran familia. Este es un primer paso fundamental para lograr los objetivos propuestos, aunque cada vez se comprende más la importancia de las ciencias sociales en los temas ambientales. En segundo lugar, hay dos líneas esenciales que también se deben trabajar, en lo que se refiere al trabajo con los tomadores de decisiones y con las personas de las comunidades. Esto es clave porque son los agentes fundamentales del cambio: las personas que deciden procesos, acciones y políticas; y las personas de las comunidades, especialmente las más vulnerables, cada una con sus propias historias de vida y simbolismos particulares. En este escenario, los científicos sociales cuentan con herramientas para lograr un proceso dialógico, participativo, inclusivo. Entonces, ¡tenemos un papel clave!

HY: ¿Cuál es el enfoque específico del trabajo de usted y sus colegas de FLACSO en el tema de enfrentamiento al cambio climático?

JAC: En primer lugar, en FLACSO hemos establecido que nuestra fortaleza está en el trabajo en equipo. Necesitamos diversas perspectivas metodológicas y científicas para avanzar. Es por eso que somos un pequeño grupo de colegas de diversos orígenes, que incluyen geografía, sociología, psicología, relaciones internacionales, economía y más. Nuestro trabajo específico es aportar algunas soluciones metodológicas en forma de propuestas, basadas en los instrumentos y técnicas de nuestras especialidades, para los proyectos de ‘Adaptación Basada en Ecosistemas’ (EBA) y mitigación en marcha en nuestro país. Trabajamos fuertemente en las salvaguardas sociales y ambientales, la coordinación entre actores clave, la evaluación y el plan de género, y la consulta permanente con los protagonistas de los proyectos. El ‘plan de género’ se refiere a las acciones coordinadas que se establecen para eliminar o reducir las brechas de género que se ponen de manifiesto a través de un proyecto o investigación. También hemos proporcionado una metodología para el cálculo de los beneficiarios de nuestros proyectos de adaptación y mitigación y, vinculado a ello, un programa para crear y fortalecer las capacidades de adaptación de las comunidades, tomadores de decisiones y actores económicos, así como una metodología para la evaluación de los medios de vida en las comunidades. Esa sería nuestra modesta contribución a Tarea Vida.

HY: ¿Puede dar ejemplos concretos del tipo de consultas comunitarias en las que participa FLACSO y otros mecanismos para asegurar la participación comunitaria?

JAC: Trabajamos permanentemente para asegurar el protagonismo de las personas en las comunidades, así como focalizarnos en las personas en situación de mayor vulnerabilidad, cualquiera que ésta sea. Una de las vías clave para lograr estos objetivos es a través de la consulta pública, un instrumento que utilizamos continuamente. Contamos con una metodología de consulta pública, y la actualizamos constantemente. Para ello, desarrollamos diversos recursos de investigación, para conocer las situaciones concretas en las que se desarrollan los procesos a nivel local y comunitario. Escuchar las historias de vida de las personas es clave. Hay muchas lecciones de la práctica social y del empirismo que se nos presentan en nuestras actividades. Comprender la vida cotidiana de las personas, sus problemas y sus aspiraciones es realmente importante. En Cuba el Estado hace un esfuerzo serio, y tiene un interés real, en promover este tipo de estrategia metodológica, que es muy participativa, inclusiva y justa.

HY: ¿Puedes explicar la centralidad de Tarea Vida a los planes de desarrollo de Cuba y el proceso en curso de descentralización de presupuestos y toma de decisiones a los municipios y comunidades locales?

JAC: En mi opinión, Tarea Vida es un instrumento fundamental para abordar el proceso de desarrollo en Cuba. Estamos en un proceso de descentralización de un conjunto de decisiones de política pública, lo que otorga mayor autonomía y responsabilidad a los gobiernos regionales. Esto es un desafío en sí mismo. Venimos de una tradición de toma de decisiones muy centralizada, por lo que esto implica un lento proceso de aprendizaje para las personas. Incorporar la perspectiva del cambio climático, y su expresión en Cuba con Tarea Vida, también es un reto. En el lado positivo, todos los sectores de actividad económica, ciencia, defensa, etc., tienen tareas específicas que responden a Tarea Vidadentro de sus propias estrategias. Esa es una gran fortaleza. Esperamos que se puedan dedicar mayores recursos financieros a Tarea Vida, a partir de los conocimientos adquiridos y las necesidades identificadas, así como de las fuentes de financiación adquiridas en los territorios, utilizando todas las herramientas que las ciencias sociales tienen a su alcance. Lograrlo requiere una mayor participación de la población en las decisiones locales y municipales, un mayor control sobre los recursos y la toma de decisiones.

Definitivamente, a nivel de diseño de políticas, es correcto dar Tarea Vida protagonismo en las estrategias de desarrollo de los territorios, porque le da integridad al proceso. La implementación de este proceso es compleja, y sabemos que avanza a distintas velocidades, muy sincopadas, según las situaciones específicas de cada territorio. El gobierno debe fijar su mirada en lograr el progreso de la manera más ‘rítmica’ posible.

HY: ¿Cuáles identificaría como los aspectos más importantes y/o únicos de Tarea Vida en comparación con las respuestas internacionales a la mitigación y adaptación al cambio climático?

JAC: Cuba ha asumido como propios compromisos internacionales para enfrentar el cambio climático, fuertemente debatido, y en condiciones de desventaja por ser un país pequeño. Estamos comprometidos con los esfuerzos internacionales y los tomamos muy en serio. Sin embargo, también tenemos nuestras propias fortalezas y Tarea Vida, fruto de un enorme esfuerzo científico durante los últimos 40 años, es el ejemplo más claro. Existe la voluntad del estado y gobierno cubanos de poner este tema de manera permanente en la agenda de Cuba, y eso también es único. Pero la mayor ventaja que tenemos es la estructura organizada de la sociedad cubana, donde cada uno tiene un papel específico dentro Tarea Vida, aunque necesitamos fortalecer las acciones para comunicar este proceso, más y mejor. La coordinación dentro del sistema de Naciones Unidas también es muy importante para nuestro esfuerzo climático, no solo en términos de flujos financieros sino en el aprendizaje, en la conexión con otras experiencias, en la posibilidad de mostrar a la comunidad internacional lo que hacemos. Pero lo que considero más importante es el alto nivel educativo de nuestra población que hace que, relativamente rápido, podamos elevar su percepción de riesgo, brindarles nuevas formas de entender el cambio climático, así como aprender de sus experiencias y lecciones de vida, que son muy útiles.

HY: ¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrenta el Estado cubano en la implementación de Tarea Vida?

JAC: Hay algunos desafíos que ya he mencionado que, si no se abordan correctamente, podrían convertirse en serios obstáculos para enfrentar el cambio climático; la necesidad de cambio de mentalidad, mayor participación, mejor aprovechamiento de los escasos recursos económicos, etc. Pero el mayor obstáculo es sin duda el bloqueo estadounidense, que restringe nuestro acceso a tecnologías más amigables con el medio ambiente para el sector industrial. Eso se aplica a múltiples sectores: transporte, energía, agricultura, entre otros. No se trata sólo del tema de la mitigación, sino también del intercambio fluido y constante con expertos estadounidenses en estos temas. La administración estadounidense insiste en desconocer el aporte de Cuba, que aunque modesto, tiene solidez científica y metodológica; es respetado por toda la comunidad científica internacional, incluso en los Estados Unidos.

*Esta entrevista está publicada en ¡Lucha contra el Racismo! ¡Lucha contra el imperialismo! 294, junio/julio de 2023.

Source: https://www.counterpunch.org/2023/06/02/people-first-cubas-state-plan-to-confront-climate-change/




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