Luchando contra las leyes antiprotestas en Argentina


Miles de personas se manifestaron en la provincia de Jujuy, al noroeste de Argentina, a fines de junio en respuesta a la aprobación por el gobierno del gobernador Gerardo Morales de un cambio constitucional que elimina los derechos democráticos básicos.

Según los informes, la policía hirió a cientos de personas, incluido un niño de 17 años que perdió un ojo después de recibir un disparo en la cara con una bala de goma. Mientras se defendían, los manifestantes coreaban “¡Morales es basura, tú eres la dictadura!”.

El cambio constitucional incluye una extensa lista de leyes contra protestas y huelgas, incluida la prohibición de bloqueos de carreteras y ocupación de edificios públicos.

Morales defendió la medida y le dijo al Buenos Aires Herald: “El derecho a manifestar [protest] no puede impedir otros derechos, y ese es el debate conectado a la consolidación de la paz”.

La enmienda también elimina las elecciones intermedias, lo que significa que los mandatos de legisladores de cuatro años ahora coincidirán con los mandatos del gobernador. Alargar este período significa que Morales, o el partido que esté en el gobierno, puede permanecer sin rendir cuentas por más tiempo.

El cambio se produce durante una prolongada disputa entre el gobierno provincial y los maestros de escuela, quienes se declararon en huelga para exigir mejores salarios. La inflación de los precios al consumidor en Argentina se estima en un 42 por ciento según INDEC, el Instituto Nacional de Estadística y Censo.

En lugar de cumplir con las demandas del sindicato, Morales trató de reducir el salario de los maestros en huelga. Un decreto ejecutivo, propuesto inicialmente en colaboración con el cambio constitucional, contemplaba multar a quienes “permanezcan en los espacios públicos, perturben el orden público, obstaculicen la libre circulación de vehículos y/o peatones, provoquen temor en la población o limiten ilegalmente de cualquier forma la libre ejercicio de los derechos ciudadanos”.

Pero fue derrotado porque los maestros escalaron sus acciones, obligando a Morales a pagarles los días que estuvieron en huelga.

La prohibición de los bloqueos de carreteras tiene como objetivo a los activistas indígenas que se han destacado en las protestas contra la extracción destructiva de los recursos naturales en sus tierras. Por ejemplo, un proyecto de litio en Salar Caucharí, extraído por Lithium America Corp en Jujuy, recauda miles de millones mientras supuestamente roba agua potable.

Si bien se reconoce constitucionalmente que secciones de tierra pertenecen a comunidades indígenas, los reclamos de tierras han entrado en conflicto con los intereses de capitalistas extranjeros y argentinos que quieren explotar los recursos naturales y comprar tierras públicas para sus casas de vacaciones.

Joe Lewis, un multimillonario estadounidense, llamó la atención de los medios recientemente por privatizar el único camino a un lago público y contratar un ejército privado para evitar que alguien “invada” su propiedad.

“El [constitutional change] nos perjudica, es empeñar el futuro de nuestros hijos, la legalización del saqueo de los recursos naturales, el despojo de nuestras tierras”, dijo a los medios Jorge Angulo, representante de Llankaj Maki, Consejo de Pueblos Indígenas. “Defendamos nuestros derechos… defendemos el agua y el territorio”.

La policía ha atacado a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma y, según los informes, ha utilizado la violencia física contra los manifestantes detenidos. Según varios informes, más de 150 resultaron heridos y bajo custodia policial al 20 de junio.

Otros sectores, como los trabajadores azucareros y los trabajadores del sector público, salieron a apoyar a los maestros. Las manifestaciones de solidaridad se extendieron a muchas provincias, con trabajadores de todos los sectores en huelga para luchar contra el cambio constitucional.

El diario Página12 citó al profesor Juan Carlos Córdoba refiriéndose a un paro en otra provincia: “El paro fue contundente, hemos venido registrando un cumplimiento entre el 85 y el 90 por ciento”.

Los manifestantes han convocado paros generales en toda la provincia y el país. Organizaciones de extrema izquierda y trotskistas, como miembros del FIT-U (una alianza de partidos trotskistas de diversas corrientes), han estado interviniendo en la lucha.

Las secciones más militantes del FIT-U han estado llamando a las centrales sindicales organizadas a nivel nacional, la Confederación General del Trabajo y la Central Sindical de Trabajadores, a convocar huelgas generales.

Las protestas han obligado al gobierno federal a distanciarse del gobierno provincial de Jujuy. “El derecho a la protesta y a la huelga son derechos laborales fundamentales protegidos no solo por nuestra constitución, sino también por los tratados internacionales… [and we are] solicitando que se declare la inconstitucionalidad de estas disposiciones”, dijo la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos.

Source: https://redflag.org.au/article/fighting-anti-protest-laws-argentina




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