El Censo publicó el Suplemento Social y Económico Anual de la Encuesta de Población Actual (CPS-ASEC) a principios de este mes. El CPS-ASEC proporciona la información más citada sobre ingresos, pobreza y seguro médico en los Estados Unidos.

El titular del informe es que la expiración del Crédito Tributario por Hijos de la era de la pandemia de un año y la falta de pagos únicos de estímulo dieron como resultado que la pobreza infantil fuera mucho mayor en 2022 que en 2021. Este titular es ciertamente cierto, aunque algunos de las cifras específicas involucradas pueden no ser totalmente precisas porque la CPS-ASEC no hace un buen trabajo al estimar con precisión la utilización de los beneficios del crédito fiscal.

No obstante, a continuación, utilizo los archivos de microdatos que publica el Censo para producir algunas cifras sobre quiénes eran los pobres en 2021 y 2022.

El cambio más dramático de 2021 a 2022 se produjo con los niños. Según estos datos, el número de niños empobrecidos saltó de 3,8 millones a 8,9 millones. Pero vemos que la pobreza aumentó en los ocho grupos, incluso de manera bastante dramática entre los empleados plenamente, definidos aquí como personas que trabajaron cincuenta y dos semanas durante el año. El número de personas con empleo pleno que eran pobres casi se duplicó, de 2,8 millones a 5,3 millones.

Cuando se desglosa el porcentaje de todas las personas pobres que provienen de cada categoría, se obtienen los siguientes gráficos para 2021 y luego 2022.

En ambos años, el bloque CEDS (niños, ancianos, discapacitados y estudiantes) constituía alrededor de dos tercios de toda la gente pobre.

Como muestra 2021, reducir drásticamente el nivel de pobreza no es un problema técnicamente desafiante. Aumentar la generosidad y el alcance de los programas de beneficios para los grupos de población que no trabajan puede hacer el trabajo rápidamente incluso en una situación de emergencia e incluso en un país con muy mala capacidad administrativa. La pobreza persiste sólo porque a los legisladores no les interesa reducirla más.



Fuente: jacobin.com



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