Los últimos años han sido una montaña rusa para la imagen pública de las grandes farmacéuticas. En la década de 2010, las revelaciones sobre la culpabilidad de Purdue Pharma en la epidemia de opioides provocaron un escrutinio entre los fabricantes de medicamentos. Pero en 2021, los nombres Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson se convirtieron casi de la noche a la mañana en sinónimos de vacunas que salvan vidas. La pandemia de COVID-19 catapultó a estas empresas […]



Fuente: jacobin.com



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