El sábado 4 de noviembre, unas trescientas mil personas marcharon en Washington, DC, en solidaridad con los palestinos. Fue la marcha pro Palestina más grande en la historia de Estados Unidos, una señal alentadora de que la reacción macartista a la solidaridad con los palestinos frente al actual ataque de Israel contra la asediada Franja de Gaza no ha logrado sus objetivos. En lugar de intimidar a los críticos de Israel, que ha matado a más de veintidós mil palestinos en Gaza, la represión interna ha impulsado el compromiso, la determinación de muchos de no quedarse de brazos cruzados mientras un pueblo entero es masacrado.

Esto no se debe a la falta de esfuerzos de quienes esperan amordazar a los críticos de Israel en Estados Unidos, que continúa proporcionando fondos y asistencia militar para los bombardeos de Israel. Estos vínculos geopolíticos hacen que silenciar a los críticos en Estados Unidos sea una prioridad para los partidarios de Israel.

Una de las estrategias clave para lograr ese objetivo es equiparar el antisionismo con el antisemitismo. Esto es particularmente cierto cuando la fuente de tales críticas es un musulmán y, especialmente, un palestino. Como me dijo el abogado de Palestina Legal, Dylan Saba, sobre la actual represión contra los críticos de Israel en Estados Unidos: “Toda esta represión está dirigida abrumadoramente contra palestinos, musulmanes y otras personas de color. En Palestina Legal hemos respondido a miles de este tipo de incidentes desde 2014, y el clima de reacción racista en este momento es mucho peor que cualquier cosa que hayamos visto”.

En este entorno surge “Presuntamente antisemita: tropos islamófobos en el discurso palestino-israelí”, un informe del Centro para la Seguridad, la Raza y los Derechos (CSRR) de la Facultad de Derecho de Rutgers. En coautoría de Mitchell Plitnick, presidente de ReThinking Foreign Policy, y Sahar Aziz, profesora distinguida de la Facultad de Derecho de Rutgers y directora fundadora de CSRR, el informe analiza el papel que desempeña la islamofobia en las combinaciones de críticas a Israel con antisemitismo, lo que los autores describen como la presunción del antisemitismo.

Hablé con Aziz, quien también es autor de El musulmán racial: cuando el racismo anula la libertad religiosa, sobre la censura en los campus universitarios estadounidenses, lo que el informe llama “la red de islamofobia” y lo que el movimiento de solidaridad palestino debería aprender de la investigación de los autores. La conversación ha sido ligeramente editada para mayor extensión y claridad.








Fuente: jacobin.com



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *