Entrevista por
Chris Dite

A medida que la lista de atrocidades israelíes en Gaza ha crecido, también lo ha hecho el movimiento internacional por un alto el fuego y la liberación palestina. En respuesta, el establishment proisraelí ha intentado silenciar la disidencia atacando las vidas profesionales de muchos que trabajan en la esfera pública y se han pronunciado a favor de Palestina.

En Australia, esta reacción organizada se ha centrado hasta ahora en los trabajadores del periodismo y las artes. En noviembre, por ejemplo, los donantes de la Sydney Theatre Company amenazaron con retirar la financiación a los actores que llevaban keffiyehs durante una llamada de telón. La compañía se disculpó e insinuó que la libertad de expresión de los actores era una amenaza para los “lugares de trabajo y teatros seguros”.

En diciembre, la Comisión Australiana de Radiodifusión (ABC) despidió a la periodista Antoinette Lattouf por compartir una publicación de Human Rights Watch sobre Gaza en su cuenta personal de Instagram. La gerencia evasivamente atribuyó la situación a “órdenes de arriba”.

Luego, a principios de 2024, los directores de los festivales de escritores de Melbourne y Adelaida fueron objeto de un intenso escrutinio público por simplemente incluir voces y temas pro palestinos. Ambos festivales finalmente se mantuvieron firmes frente a las demandas sionistas de que se modificaran los programas.

Más recientemente, en febrero, la Biblioteca Estatal de Victoria (SLV) canceló abruptamente los contratos de cuatro escritores que dirigen talleres para la biblioteca sobre la base de la “seguridad cultural y infantil”. Los cuatro –Jinghua Qian, Omar Sakr, Ariel Slamet Ries y Alison Evans– se habían opuesto públicamente a la guerra de Israel contra Gaza.

Sin embargo, su despido provocó una revuelta en el personal del SLV. Autores de todo el país pronto se manifestaron para expresar públicamente su apoyo a los cuatro escritores despedidos. Gabrielle de Vietri, diputada de los Verdes por la sede de Richmond en Melbourne, usó su plataforma en el Parlamento pedir a la dirección corporativa de la biblioteca que rinda cuentas por lo que parece censura política.

Para comprender mejor la reacción proisraelí, así como el creciente rechazo a la censura y la campaña de solidaridad con Palestina, jacobino Habló con Jinghua Qian y Omar Sakr.




Fuente: jacobin.com



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