¿Cómo son las huellas de carbono de los Revisión financiera australianaRich Listers de ‘s en comparación con el resto de nosotros?

Tome sus estilos de vida jet-set para empezar. Hace un par de años, Andrew “Twiggy” Forrest, magnate de la minería y número dos de la lista, compró un jet privado de 98 millones de dólares. Con un poco de excavación, puede averiguar el modelo, el número de cola e incluso dónde ha estado.

Tan solo en los primeros cinco meses de este año, el Bombardier Global Express 7500 de Forrest (uno de los jets privados más grandes del mercado) ha realizado 59 vuelos. De acuerdo con una herramienta que permite a los súper ricos “conscientes del clima” comparar las emisiones de diferentes modelos de aviones privadoslas emisiones de Forrest por estos viajes ascienden a más de 700 toneladas de CO2. Compara eso con lo que la persona promedio emite en un año: 4,7 toneladas. Los viajes de Twiggy, que consumen mucho combustible para aviones, lo colocan en el escalón más alto del 1 por ciento, que es colectivamente responsable de 50 por ciento de las emisiones de la aviación.

Estas emisiones personales, sin embargo, no son más que una gota en un océano de petróleo. En un informe publicado el año pasado, Billonarios de carbono: las emisiones de inversión de las personas más ricas del mundoOxfam descubrió que, una vez que se incluyen las inversiones de capital y las operaciones de la empresa, las emisiones de los multimillonarios más ricos son 1 millón de veces más altas que las de una persona promedio.

El consumo de lujo de los multimillonarios es la parte más pequeña de su contribución al calentamiento global. Sin embargo, las huellas de carbono suelen registrar las emisiones creadas únicamente a través del consumo personal. Quizás esto tenga algo que ver con el hecho de que el concepto mismo de “huella de carbono” fue el invención de una empresa de publicidad que trabaja para el gigante petrolero BPque intentó trasladar la culpa de la contaminación de las grandes empresas a la gente común.

Al concebir a la población como un conjunto de individuos que producen emisiones, parece que todos debemos “hacer nuestra parte” para reducir las emisiones. Algunos pueden tener que hacer más que otros, claro, pero todos debemos actuar individualmente para acercarnos lo más posible a cero emisiones, ya sea instalando paneles solares en nuestros hogares, comprando autos eléctricos o de bajo consumo más caros, abandonando el coche por una bicicleta o renunciar a viajar en avión.

Esta visión del mundo basada en la “huella de carbono” oscurece preguntas importantes: ¿Quién elige qué productos están disponibles? ¿Quién decide cómo se producen? ¿Quién controla la infraestructura energética y de transporte? Rich List no es solo un inventario de los mayores consumidores de Australia; es una lista de las personas que controlan la economía.

¿Qué diferencia hace un par de paneles solares en la azotea si Gina Rinehart, número uno en la Lista de los Ricos, decide abrir otra mina de carbón? ¿Qué diferencia hace andar en bicicleta cuando Lindsay Fox, número 23, pone otra flota de camiones Linfox en la carretera y obstaculiza los intentos de aumentar el transporte ferroviario?

La Lista de ricos es también la lista de los más buscados del clima: los magnates que hacen miles de millones extrayendo carbón, los minoristas que envuelven todos nuestros productos en plástico, los magnates de los medios que les ayudan a salirse con la suya.

Cortarles las alas sería un buen comienzo, pero un capitalista ambulante es tan peligroso como uno volador: sus huellas de carbono son tan colosales que un solo paso puede ennegrecer el globo.

Source: https://redflag.org.au/article/rich-list-climate-most-wanted-list



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